Cuando hablamos de hacer trekking pensamos en una actividad más o menos tranquila, puede que con dificultad, pero nunca pensamos en ello como un deporte extremo o de gran riesgo. Os presentamos las rutas de senderismo más peligrosas del mundo que te pondrán la adrenalina por la nubes (y cambiará tu forma de ver el trekking).

MONTE HUA SHAN (CHINA):

Esta es una de las cinco montañas sagradas del taoísmo, de ahí su importancia. Podrás acceder a sus picos a través de sus exigentes y peligrosos senderos que bordean sus precipicios. Se encuentra en Xi’an.

Gran parte del recorrido transcurre en paredes verticales. Una zona se deberá sortear pasando por unos tablones de madera de 30 centímetros de ancho. Para sujetarse y no caer al vacío hay unos arnés, mosquetones y cadenas. Otra parte del recorrido transcurre escalando una escalera de cien peldaños. Su verticalidad es de 90º, por lo que para ascenderlo debes poner todos tus sentidos y no despistarte con las maravillosas vistas que te ofrece el lugar.

Durante el recorrido podrás visitar distintos templos  y elementos religiosos que aportan cierto aire espiritual al lugar. Al llegar a la cima, la vista a las Montañas Sagradas de China son únicas.

ABUNA YEMATRA GUH (ETIOPÍA):

Este templo se halla justo en el extremo norte del país, en la provincia de Tigray, y cuyo acceso es de los más peligrosos del mundo para ir a rezar.

El templo forma parte de un complejo de 35 excavados en la roca en un precipicio vertical. Para acceder a él hay un único camino: se debe trepar por una vereda en la piedra que lleva algo más de dos horas en ascenso. Desde arriba, tendrás unas vistas espectaculares de Tigray y del país vecino de Eritrea.

Es obligatorio realizarlo con los pies descalzos, que deben lavarse justo antes de empezar la ascensión, utilizando una pila excavada en la piedra. El camino está muy desgastado y pisado por el paso de fieles a lo largo de mil quinientos años, por lo que no hay una gran dificultad. La vista del precipicio es constante, y poco antes de llegar aguardan las dos pruebas definitivas. Primero hay un frágil madero que sirve de pasarela para salvar un risco. Y, justo antes de la puerta, hay que pisar las oquedades de un estrecho paso rocoso que presenta 250 metros de caída.

Una vez repuesto de la taquicardia, el peregrino obtiene su premio: entrar a un pequeño templo con más de 1.500 años de historia.

RUTA DE SHACKLETON (ISLA DE GEORGIA DEL SUR – ANTÁRTIDA):

Ernest Shackleton pretendía atravesar por primera vez el continente antártico. Para ello, había concebido un plan perfectamente trazado aquel 1911: navegarían de Londres a Buenos Aires y después al archipiélago de las Islas de Georgia del Sur. En 1915, el barco chocó contra un bloque de hielo y se hundió, teniendo aquellos veintiocho hombres que sobrevivir en campamentos sobre el hielo y una travesía en botes salvavidas de 1.300 kilómetros hasta Isla Elefante y atravesar las montañas de Georgia del Sur, donde fueron rescatados todos ellos.

Hoy en día, las expediciones guiadas recorren una de las caminatas más peligrosas del mundo a través de esta isla remota, traicionera, azotada por el viento y montañosa. El viaje se realiza en forma de expedición autónoma en la que los aventureros deben llevar su propia ropa, comida, combustible y tiendas de campaña sin ayuda de ningún sherpa.

DARIEN GAP (PANAMÁ-COLOMBIA):

El Tapón del Darién es un bloque vegetal que se extiende en la frontera entre Panamá y Colombia.

En este lugar, debido a la complejidad que plantea una selva tropical impenetrable, se interrumpe la carretera Panamericana durante unos 150 kilómetros, y no queda otro camino que desviarse y subirse a un barco o un avión para atravesarlo, salvo que uno esté realmente loco.

La ruta se utiliza con frecuencia para el tráfico de drogas y de personas. La zona también es el hogar de una vida silvestre bastante desagradable, incluyendo la venenosa rana dorada panameña, escorpiones letales de la selva y las desagradables palmeras negras. También habitan estas tierras varias tribus indígenas desde hace siglos.

CHADAR TREK (INDIA):

Chadar Trek se encuentra cerca de la ciudad de Leh y está rodeada de las cordilleras del Ladakh y del  Zanskar, de unos 6.000 metros de altitud.

Muchos aventureros y aficionados al trekking describen el Chadar Trek como una experiencia única. El camino y las condiciones climatológicas son duras. Gracias a la fuerte bajada de temperaturas, que alcanzan los -25º C en invierno, el río Zanskar queda completamente congelado y el tránsito sobre la gruesa capa de hielo es seguro. Así, se recorre una ruta que los lugareños llevan utilizando desde hace más de 1.000 años.

La duración del recorrido es de aproximadamente una semana. Durante la ruta a través del Zanskar hasta la llegada a Lingshed, podremos experimentar el contacto directo con la naturaleza y el folklore tibetano. Sobre el camino helado, atravesaremos las impresionantes gargantas del Himalaya, que conforman este estrecho valle y única ruta de acceso. La travesía ofrece un paisaje repleto de montañas blancas, caudalosas cascadas congeladas, cañones escarpados y naturaleza prácticamente virgen.

DRAKENSBERG TRAVERSE (SUDÁFRICA):

Los montes Drakensberg forman la cordillera más alta y peligrosa localizada en Sudáfrica.

La travesía Drakensberg discurre por una de las cordilleras montañosas más espectaculares del mundo, caracterizada por: grandes extensiones de hierba, piscinas naturales, bosques de helechos, gargantas, pinturas rupestres, ríos y cascadas. Los 1.000 kilómetros de verdes y escarpados macizos y su complejidad hacen que este sea un itinerario atractivo para los senderistas más experimentados. La ruta en sí tiene 65 kilómetros de longitud.

Aunque ahora se ha adaptado con puntos de descanso y de socorro para aventureros menos preparados y para que se pueda ayudar en caso de accidentes y, así, evitar muertes innecesarias como las que se han sufrido en esta ruta a lo largo de los años (55 muertes).

WEST COAST TRAIL (CANADÁ):

El West Coast Trail, originalmente llamado Dominion Lifesaving Trail, es un sendero para aventureros de 75 km que sigue el borde suroeste de la isla de Vancouver en Columbia Británica. Fue construido en 1907 para facilitar el rescate de sobrevivientes náufragos a lo largo de la costa.

El sendero en sí atraviesa bosques, pantanos, escaleras resbaladizas cubiertas de musgo, escalada, rappel y caminatas por la playa. Los excursionistas tienen la opción en partes del sendero para permanecer en las tierras altas, que es mucho más pantanoso, o tratar de progresar en la playa, que es lenta, pero más fácil. El sendero sigue siendo extremadamente accidentado y requiere un alto nivel de condición física, conocimiento y habilidad para completarlo, aunque en los últimos 10 a 15 años se ha actualizado para facilitar el senderismo y la seguridad para aquellos con menos experiencia.

La vida silvestre que se puede encontrar incluye pumas, osos negros o lobos. A los excursionistas se les dice cómo reaccionar ante posibles encuentros con animales peligrosos en la sesión de orientación obligatoria antes de comenzar el sendero y a no acercarse a las crías de focas para no ser abandonadas por sus madres después.