Al anochecer, comienzan a escucharse extraños ruidos de cadenas y siluetas humanas que no son de este mundo. Muchas personas han experimentado algunas experiencias sobrenaturales que ponen los pelos de punta en los castillos embrujados que os presentamos en este post.

CASTILLO DE MOOSHAN (UNTERBERG, AUSTRIA):

Situado en la región austriaca de Salzburgo, pocas historias son tan inquietantes como la del castillo de Mooshan, escenario de juicios sumarísimos a mujeres acusadas de brujería durante tres siglos (XVI al XVIII). Así, supuestas brujas vivieron grandes tormentos dentro de sus muros. Dicen las leyendas que sus almas siguen allí, vagando por sus salas.

Llegó a tal crueldad la justicia que se impartió allí que el castillo cambió de nombre.

Además, cuenta la leyenda que aquí vivió el hombre lobo, inútilmente buscado para darle muerte, ya que, a principios del siglo XIX comenzaron a aparecer restos de cadáveres de animales en las granjas cercanas. Muchas personas, acusadas de ser hombres lobo, fueron ejecutadas.

CASTILLO DE FRANKENSTEIN (DARMSTADT, ALEMANIA):

Todxs nosotrxs conocemos la historia de Frankenstein que Mary Shelley publicó en 1818. La gran escritora británica se inspiró en el alquimista que habitó este castillo, Johann C. Dippel, del cual se rumoreaba que creó pociones y participó en terribles experimentos con cadáveres robados.

Aunque se encuentra en ruinas, cada año, en este castillo se celebra una gran fiesta por Halloween, y no sabemos si por el efecto del alcohol o por vivir intensamente esta festividad, muchos visitantes aseguran haber sentido algo sobrenatural estando allí.

CASTILLO DE CHILLINGHAM (NORTHUMBERLAND, INGLATERRA):

Este lugar es conocido como «el castillo más embrujado de Inglaterra». Ha ganado popularidad por sus historias misteriosas y por las apariciones de sus particulares almas en pena.

El fantasma más famoso que lo habita es «el Muchacho Triste», cuyos gritos llenos de agonía resuenan cada noche en el castillo. Tras oírse los alaridos, la imagen del chico aparece en la habitación contigua durante unos segundos tumbado sobre la cama. Hace unos años descubrieron los huesos de un joven ocultos tras la pared de una habitación, alimentando más la leyenda.

Por cierto, se alquilan habitaciones y apartamentos en este castillo. ¿Te atreves a pasar una noche?

CASTILLO DE LARNACH (DUNEDIN, NUEVA ZELANDA):

Es uno de los dos castillos que existen en este pequeño país, y el mejor conservado

Construido entre 1871 y 1887 por William Larnach, dos de sus mujeres y su hija murieron allí. Cuenta la leyenda que el espíritu de su hija Kate, vaga por el salón de baile del castillo, construido como regalo para ella y que apenas pudo disfrutar, ya que murió días después de su veintiún cumpleaños.

También él murió en su castillo. Se suicidó en 1898.

CASTILLO DE  SKYRNE (MEATH, IRLANDA):

Está situado cerca de la colina de Tara. Su encantadora apariencia exterior no hace presagiar lo que esconde en su interior.

El espíritu de una mujer con un vestido blanco vaga por el castillo. Los lugareños aseguran que se trata de Lilith Palmerston, asesinada en el siglo XVIII por Phelim Sellers. Se dedica a asustar a los que osan a visitar el castillo con incesantes gritos de dolor.

Pero no está sola. También habitan este castillo el fantasma de una monja y el de un hombre con capa que se mueve siempre acompañado de su fiel perro.

CASTILLO DE PEDRAZA (SEGOVIA, ESPAÑA):

En este castillo cuenta la leyenda que Sancho de Ridaura se casó con una bellísima plebeya, Elvira, a su vez enamorada de Roberto.

Años más tarde, durante la ausencia del noble, los jóvenes amantes recobraron su amor. A su vuelta, don Sancho fue informado de la infidelidad de su esposa, castigó a Roberto mandando colocar una corona de espinas al fuego, muriendo. Elvira, desesperada, escapó de sus aposentos, se clavó una daga en el corazón e incendió la torre.

Cuentan que algunas noches de verano se pueden ver a la pareja de amantes pasear bajo una aureola de fuego.

CASTILLO DE BRAN (TRANSILVANIA, RUMANIA):

El genial escritor Bram Stoker describió el castillo de Drácula sin haber viajado a Transilvania, pero la investigación y su gran imaginación hicieron que detallara un castillo muy parecido a Bran como hogar de su personaje más famoso.

Este imponente castillo es visita obligatoria para lxs viajerxs que realizan la Ruta de Drácula por Transilvania. Está construido sobre una roca a 200 metros de altura y su estado de conservación es impresionante tras más de 800 años de vida.